El restaurante se ubica en el hotel Ohla Barcelona, en Vía Layetana 49. La dirección gastronómica corre a cargo del laureado cocinero Romain Fornell, mientras que los chefs de cocina forman parte del equipo de Goût Rouge.
Si te lees la trayectoria de Romain Fornell, no me extraña que llamara a su conglomerado de espacios culinarios Goût Rouge, “Gusto rojo”. Hay que sentir verdadera pasión por la gastronomía para desarrollar tantos espacios culinarios y tan reconocidos.
Tomamos el menú de degustación Tierra y mar, un festival de gustos en 16 actos por el que se paga -a gusto- 92€ por persona sin contar vinos. Hace un año que no salimos de casa; por lo tanto, una inversión justificada.
Definiría el menú de exquisito, sofisticado, con una fusión de gustos difícil de ubicar geográficamente. Creo, no obstante, que se merecería más de una estrella.
Si tuviera que sugerir una mejora, pediría una carta de vinos aún más larga. No lo digo por entendido, sino por dar cabida también a excelentes vinos de nuestra zona a precios más alcanzables para nuestros bolsillos. Es una lástima que en restauración en general no se ofrezcan los vinos a su precio real, cobrándose -obviamente- un plus por el servicio de copas.

Nos decidimos por el recomendable Arketipo de Sota els Àngels, un tinto impresionante, un Empordà de origen irreconocible que en tienda cuesta unos 21 Euros; 48€ en el Caelis. No es ninguna crítica, sino una sugerencia. La parte artística de un vino es obra de la bodega; un restaurante solo lo descorcha.
Pero, muy contentos de la experiencia y sin lugar a dudas un restaurante a recomendar para cualquier ocasión especial. Obviamente es costoso, pero no es caro. Y el servicio: un 10. Un Caelis espectacular.