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Dejémoslo muy claro desde el principio, no me he vuelto loco recomendando Olegario’s Tabernen de Sebúlcor (Segovia), pero alguien que te recibe a las cinco de la tarde con una amplia sonrisa, que al saber de tu procedencia se adapta al idioma como si se tratara del inglés y te sirve un chuletón para chuparse los dedos, solo puede ser un restaurador con unas inmensas ganas de salir adelante.

Son 16 kilómetros desde Sepúlveda, veintiún minutos en coche. No es un sitio como los que suelo recomendar en Manitas de Cerdo, pero merece de sobra hacerle una visita. No es un local ni bonito ni romántico. Ni siquiera es armónico. Al contrario, las paredes de color verde pistacho del comedor generan una distorsión visual al contrastarse con el suelo rojizo, las cortinas asalmonadas y los manteles a cuadros en rojos y blancos.

Siento decírtelo con tanta claridad amic del Olegario’s Tabernen, pero hay que ser un genio para lograr una armonía visual juntando colores opuestos del círculo cromático. Fíjate en el cuadro del artista Franz Marc (1880-1916), un pintor del movimiento expresionista de principios del siglo pasado. ¡He visto que te gustan los caballos, aquí los tienes en colores opuestos!

Yo hubiera probado con una combinatoria monocromática, juntando colores de proximidad o de temperatura (en restauración preferentemente cálidos). Habrías gastado el mismo dinero y, sin embargo, probablemente la gente se sentiría todavía más a gusto, más calentitos en invierno, más protegidos.

Si visitas el Olegario’s Tabernen de Sebúlcor no te fijes en el continente. Concéntrate en tu acompañante, en ese trozo de ternera poco hecho como manda la tradición y en el inmejorable buen rollo de su dueño.

Mientras saciábamos nuestro apetito tardío nos acordábamos del lamentable trato recibido en el Asador El Panadero en Sepúlveda intentando convencernos de no ocupar la última mesa de la terraza porque en ese momento les fastidiaba servirnos afuera o del abuso en la Casa Paulino la noche anterior. La Casa Paulino nos aligeró la cartera a cambio de una pequeña ensalada verde y unas anchoas con pimientos asados. “Thank you-Call again-Your receipt” reza el ticket del Paulino sin desglosar lo servido para evitarse la reproducción del mismo en un blog como éste y recibir así una merecida crítica por abusar de turistas. Ahí va el «Call back de Manitas de Cerdo-Su crítica-De Nada.»

Date un paseo por el pintoresco Sepúlveda, saca unos pocos Euros de sus muchos cajeros y vete a comer al Olegarios’s Tabernen de Sebúlcor. Aparca con comodidad en un pueblo de apenas 300 vecinos, come a precios razonables y si eres de mi tierra, incluso puedes pedirle en catalán. Anda, envíales una solicitud de amistad en su página de Facebook. ¡Tienes un amigo en Sebúlcor!

Olegario’s Tabernen, c/ San Juan s/n, Sebúlcor (Segovia). Tf. 921 521 291