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No te esperes Wasabi ni soja en la mesa. Sergi Ortiz lo incorpora en sus creaciones en la justa medida y con el objetivo de salvar los sabores naturales.

Seamos sinceros, cuando pensamos en cocina asiática también pensamos en el ardor de nuestras fosas nasales al ingerir un Uramaki ahogado en una mezcla de soja con exceso de Wasabi. Sergi es otra cosa; su cocina tiene un ardor diferente, más conceptual, más complejo.
L’Antic Forn en Cervera –su restaurante– no es un asiático al uso. Junto a su compañero de cocina Xavi Huget, preparan un menú aparentemente simple, pero en realidad sofisticado. Además, casi todos los ingredientes proceden de su entorno. No hay una contradicción entre el concepto km 0 y su propuesta de cocina lejana.
No comerás un Shushi de salmón engordado con pienso de cerdo, sino, un Uramaki de sardina ahumada pescada en nuestra costa.

Si quieres un consejo, yo pediría un poquito de Liquen al inicio. Es una experiencia extraña, no sabrás juzgarla, pero te pondrá en alerta. Luego, pide el Chirashizushi de mi cuit marí, el ya mencionado Uramaki de sardina fumada i herbes, el Donburi d’anquila del Delta a la brasa, el Bonítol amb cicrons i tapioca y, de postre, el Paisatge de la Segarra; todo espectacular.
Y si pudieras, cosa ya imposible, que Martí Rosás –anfitrión en Ca la María de la cena-curso que Sergi ofreció para unos afortunados comensales– te haga el maridaje de vinos. Descubrimiento de la noche: Kion, un espumoso de jengibre de la bodega Cueva by Mariano: ¡brutal! Era el sello de Rosàs.
La próxima vez que pases por Cervera, reserva en L’Antic Forn.
L’Antic Forn, Placa Major 18 (Cervera). Tf. +34 973 533 152