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Exactamente 70 céntimos. De acuerdo, es una máquina de vending, pero espera. Manitas no tiene posts patrocinados. Por lo tanto, si destaco un lugar con autoservicio, alguna otra cualidad tendrá.

¿Te acuerdas de Vinçon? Era esa enorme tienda de mil cosas totalmente prescindibles en la vida, pero deseables solo de verlas. Vinçon tiró la toalla frente a lo efímero y barato, probablemente ahogados por los costes o por la dificultad de rentabilizar una ubicación tan singular vendiendo cosas innecesarias.

Vinçon es ahora la flagstore de Massimo Dutti. Entra y sube al primer piso. Arriba, fíjate en el suelo hidráulico. Es de una belleza paralizante. Camina con respeto. En tiempos de Vinçon, ahí solían organizar exposiciones, alguna de bien curiosa. En una de las últimas exponían instrumentos quirúrgicos para el trasplante de rodillas. Esas herramientas metálicas, relucientes, pulidos y de mecanismos complejos, me dejaron impactado. El arte abstracto es así: te gusta o no te gusta, punto.

El primer piso está dedicado básicamente a complementos de mujer. Ahora bien, lo mejor está en la terraza. Abierta al público, permite disfrutar de uno de los espacios interiores que Cerdà planificó para preservar la salud de los barceloneses.

El espacio está cuidadosamente ajardinado con algunas sillas repartidas por los rincones. En un camión de época -una ocurrencia que me recuerda las últimas exposiciones de Vinçon- han instalado una máquina de vending que expende cafés echándole 70 céntimos.

No sé si Inditex sacará mejor provecho de Passeig de Gràcia 96 que Vinçon, apostaría que no, así que ofrecer un espacio gratuito con tanto encanto es de una generosidad enorme. No te pierdas esa terraza.

Massimo Dutti, Passeig de Gràcia 96, Barcelona