Tomarte un buen café es algo tan difícil como encontrar un buen pan. Su calidad y buena preparación dependen de muchos factores. De hecho son tantos, que casi siempre te sirven un brebaje de agua con sabor a café y a un precio disparatado. Fallan cosas como el grano, el molido, la cantidad utilizada, la presión, la temperatura, el agua, la taza, la cucharilla, la leche, el tiempo en servírtelo, el servicio, el lugar y, sobre todo, el precio.

Si quieres hacer una pausa de tanto infortunio, en la cafetería Modena ofrecen un buen café expresso en una variada presentación. Además, te lo sirven con un vasito de agua, que debes tomar primero para librarte de cualquier alteración del aroma. El secreto del Maestro di Modena no está en la receta y lo digo con conocimiento de causa. Es mucho más sencillo. La familia Braccaioli, impulsores de este negocio familiar, fabricantes de pizzas en Riudellots de la Selva e importadores de delicatessen italianas, simplemente están comprometidos -como buenos modenesinos -con el trabajo a conciencia. Su actitud se percibe hasta en el café. Aprendamos: dos escogidos capuchinos, salpicados con polvo de cacao y una chocolatina, tres Euros.
Caffe Maestro di Modena, c/Ultònia 15 (junto a Plaça Mercat). Tf. 972 486 617
Hola Philip, soy Jordi Vilà, he visto tu comentario al respecto del Maestro di Modena (lo tengo al lado del trabajo) y la verdad, no está mal del todo, pero tampoco es para tirar cohetes. Tienen algunas cositas pero tampoco es que sean muy excepcionales. Por cierto, el dia que fui con unos amigos a tomar un café, estaba mejor el café que el servicio (fatal) y el café no era nada del otro mundo. Un abrazo y sigue así, es bueno tener referencias, y más, si vienen de alguien como tú.
Hola Jordi, gracias por comentar, es muy importante tener opiniones sobre los sitios. ¡Me enteré el otro día que hay una cadena hotelera que ha referenciado el pago del bonus a sus directivos a la valoración obtenida en TripAdvisor! Ojalá se instalara esta práctica no solo en restauración y hostelería, sino también en entidades financieras (ahora más que nunca). Lo más importante de un negocio es que los clientes estén satisfechos y si se recogieran sistemáticamente las opiniones se obtendrían valoraciones muy significativas. Si no se utiliza una cápsula prefabricada, la probabilidad que el café no salga siempre igual es más elevada. Yo tengo comprobado en Barcelona, en uno de los bares que me suelo tomar el primer café del día, que depende quién maneje la cafetera el café sale estupendo o regular: es la misma máquina, el mismo grano, el mismo molinillo, aparentemente todo igual. En restauración, si no se procede con amor y ganas, el riesgo de fracaso es muy elevado. ¡Ya diré a los Braccaioli que estén atentos! Un abrazo amigo Jordi.