Primero de todo, excelente. A mi juicio se justifican las 4,7 estrellas de Google. Despista solo su webmaster, que, al consultar el menú, se ha olvidado de quitar “petición errónea” en la url resultante.
Celebrábamos una ocasión especial. Habíamos probado de reservar en el pasado, pero no lo logramos. Está siempre completo.
Las recomendaciones de conocidos y amigos eran positivas, en todos los casos, sin excepción. Ningún “pero”, aparte de advertirnos de su coste, que no el precio. El detalle es importante. Un restaurante puede ser caro o costoso. Can Roquet es de los segundos, pero no caro. Si consigues mesa, el esfuerzo de subir a Romanyà de la Selva vale la pena.
Efectivamente, una vez más volvía estar a tope. Conseguimos la última mesa libre al principio del comedor, justo en la entrada.
No había mirado la carta con antelación; me dejaba sorprender. No hagas como yo, míratela antes aquí. Durante nuestro reciente periplo a lo largo de cuatro meses por el Sudeste asiático, me había acostumbrado a una dieta vegetal. La única proteína que comíamos era la de un trampantojo de hamburguesa de garbanzos y calabaza. En Can Roquet encontrarás lo contrario. De hecho, si eres vegano, ese no es tu restaurante.
Ahora bien, quizá falten opciones vegetarianas, pero si te gustan los vinos, ahí no quedan cortos. Asia me dejó una secuela de añoranza a los buenos caldos, a los vegetales fermentados, a la cultura vinícola. Y, ahí estaba: el Arketipo de Sota els Àngels por treinta Euros. Un dinero, lo sé, pero un vino que puedes comer con cuchillo y tenedor, de hecho, un combate entre la bodega de Can Roquet y los cocineros.
Restaurante Can Roquet (Romanyà de la Selva, Girona): +34 682 88 09 15 (reserva totalmente imprescindible). Encuéntralo en Google Maps.