Hace tiempo estuve en el Saüc con un amigo, amante de la buena mesa. En aquella ocasión no me entusiasmaría del todo, porque he tardado mucho tiempo en volver. Por las críticas que se leen en diversos blogs, algunos dicen quedar encantados y otros salen más bien decepcionados. Aunque esta vez he comido fantásticamente, cuando algo no me gusta y, sobre todo, cuando el restaurante exige mayor desembolso económico, si no ha sido una experiencia del todo formidable me cuesta mucho volver. Por ejemplo, en mi último post sobre L’Aliança de Anglès verás que las expectativas depositadas en aquel renombrado restaurante, galardonado con una estrella Michelín, no se correspondían con lo experimentado. Tardaré en volver a L’Aliança por muy injusto que sea para el indudable esfuerzo de sus restauradores. La cocina de autor tiene ese riesgo; se les exige siempre el máximo. En cambio, en un restaurante como La Flauta de la calle Balmes se come normal y sin exigencia casi todos los días. Aunque a veces no me gusta la carta ni tampoco el plato, no por eso dejo de ir cuando tengo hambre, prisa o el dinero justo. Claro, no tiene punto de comparación con lo que aquí estamos comentando. El Saüc no es una bocadillería aunque dispone de menú de mediodía a veintisiete Euros. Esta vez ha sido una experiencia del todo formidable, afianzada con una propuesta económica muy interesante. No es fácil degustar una estrella Michelín por este monto y menos con tanta calidad. Apuntaré al Saüc en mi lista de preferidos*.

Saüc (Barcelona). Véase dirección y teléfono en ‘Mis restaurantes‘

(*) Puñeta, que mala suerte. El Saüc ha cerrado en su vieja ubicación, ¡ahora que empezaba a apreciarles! Ya están en el nuevo Hotel Ohla de Vía Laietana, 49. Como es un 5 estrellas tardaré un tiempo en encontrar la excusa. Debo recuperarme del Moments.