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La última vez que comí en unas galerías comerciales era hace 32 años. Todavía lo recuerdo. Solía pedir unas patas fritas con mayonesa, una mayonesa con un ligero sabor a limón que nunca más se me ha olvidado. Dicen que los sabores son el recuerdo más duradero.
A unas galerías comerciales se les puede pedir eso, unas patatas fritas con mayonesa con sabor a limón, una máquina de helado tipo softice, una tienda de chucherías y, aparte de algún caballito recreativo capaz de hipnotizar a los clientes más pequeños, muchos comercios de moda y complementos.
En Platja d’Aro, una conocida localidad de la Costa Brava construida alrededor de unas galerías comerciales, se ha instalado un caballo de Troya en pleno corazón comercial. Se llama Casa Viart y no es una zapatería. En realidad es un restaurante de autor, disfrazado de inocente local para tomar un respiro mientras termina el ciclo del caballito recreativo.

Teníamos en mente probar Casa Viart desde hace unos meses. Sin embargo, aunque me encantaban aquellas patatas fritas con mayonesa sabor a limón, mi dieta preventiva contra la hipercolesterolemia (2,8 MB), no me permite ya pecar.
Así que lo aplazamos varias veces, hasta que ayer –contando ya con recomendaciones de fuentes fiables– decidimos llamar para reservar, no sin antes dar un último vistazo a los comentarios en los grandes portales gastronómicos.
Hablaban muy bien del menú de degustación y todos destacaban su contenido precio. Ay, dichosa balanza de la propuesta de valor en marketing. Aunque todo comensal se desplaza a un restaurante para comer –pensé– el precio es capaz de mejorar o empeorar los alimentos. Sorprendía realmente un precio tan tímido para una degustación, aunque por los platos que describían (crustáceos, cefalópodos, carne de ‘pilota’, tocino, canelones, coco, etc.) no iba a ser esta mi elección por razones de dieta.
Pues, Casa Viart es un pequeño restaurante ubicado en un local de las galerías Albatros de Platja d’Aro y que antes servía como zapatería. Con cocina abierta y una pequeña barra a lo Cañete, dispone de una carta de tapas, platillos y postres realmente sugerentes. Nos inclinamos por la tostada con atún preparado por ellos, los espectaculares boquerones con membrillo, un delicioso San Pedro, un entrecot fileteado al punto, postres caseros, un Gran Caus de difícil localización en restauración y mi inestimable Vichy, aunque no en lata.
Pagamos 62€, sin contar el Gran Caus. Una prometedora cocina de autor en plenas galerías. Los comerciales troyanos de alrededor creen haberse librado de un competidor en complementos de vestimenta, cuando en realidad el chef va a por todos los clientes. Casa Viart no suena a origen griego, pero veo una estrategia…
Muy recomendable, reserva imprescindible.
Casa Viart, Galerías Albatros 130 (Platja d’Aro). Tf. 972 82 67 46