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Lloret de Mar no tiene la imagen bucólica de Cadaqués, está claro. La delegación china del otro día interesada en reproducir esa afamada localidad del Alto Ampurdán, fuente de inspiración para un imaginario de una Costa Brava perdida, probablemente no se plantearía replicar Lloret de Mar en la bahía de Chiamen.

Ahora bien, la susodicha delegación no conocería Cala Banys de Lloret de Mar, porque si así fuera formaría parte del macro proyecto de plagio puesto en marcha por esos empresarios orientales. Debo confesar, que a mi me descubrieron Cala Banys recientemente. Cala Banys es la antítesis al turismo masivo tour operador imperante en Lloret de Mar. Es un oasis real del imaginario de la Costa Brava, de hecho una antigua fuente descubierta en 1894; es el Espai Barroc en natural.
Existe como bar desde 1967 y sentando en una de sus terracitas sobre las rocas podría correr el año 1968 perfectamente. Ojo, no admiten tarjetas de crédito. Una Caipiriña cuesta diez Euros, tanto de día como de noche. Yo me tomé una clara por 3,40 Euros; eran las siete de la tarde, mar tranquila, veintisiete grados en el ambiente, sin viento, sentado a la sombra: bucólico, sí, increíble, también. Es una visita obligada, incluso si nunca pensaba pisar Lloret de Mar.
Bar Cala Banys, Cala Banys s/n (Lloret de Mar). Tf. +34 972 365 515
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gracies per la teva critica. els cocktails tenen el mateix preu de dia que de nit,la caipiriña val 10 euros.
Hola, gracias por la aclaración. Rectificaré el post enseguida. Felicidades por mantener un sitio tan auténtico; vosotros hacéis la Costa Brava atractiva. Hasta pronto, Ph.
Hola Philipp,
Comparteixo amb tu les bones sensacions d’aquest indret.
L’he descobert de la mà d’un bon amic i l’he afegit a la meva llista particular de llocs especials, amb l’encant i la tranquilitat que sovint busquem i poques vegades trobem.