Anoche me invitaron al selecto club Allard Experience de la calle Ferraz número 2 en Madrid. Éramos una tropa de al menos 100 comensales y la lista de platos se presentaba larga.

Después de una breve y sencilla introducción de la chef ejecutiva del Allard, María Marte, llegaron la Sardina Ahumada con Crema de Apio-Nabo y Manzana y, poco después, el Cupcake de Huevo de Codorniz y Trufa. Entre Sardina y madalena, mi compañero de mesa, anfitrión y directivo de Google con micrófono en mano, nos daba la bienvenida. La economía moderna y rentable como la del popular buscador, todavía deja margen para experiencias singulares.

El pequeño y prometedor Cupake había que comérselo de un mordisco. Mientras se mezclaban los sabores por nuestras papilas gustativas, todos teníamos la mirada perdida en evidente señal de clímax organoléptico.

Le siguieron la Crema de Berza, una clase de col muy popular en el norte de España, intensamente verde y mezclada con berberechos al limón; otro festín. María Marte me recordaba a Tanja Grandits del Stucki; hasta se parecen, Grandits quizá con un punto de orgullo como buena alemana, mientras Marte me parecía la humildad en persona. A juzgar por los platos, ambas están entregadas por igual a las especias y aromas vegetales.

Y luego llegó la sorpresa de la noche: Arroz de mar. Un divertido trampantojo de ilusión óptica e intenso sabor a mar, elaborado íntegramente con ingredientes marinos. Los magos como Marte y tantos otros chefs de la alta cocina se divierten con la colisión de nuestros dos cerebros. Uno no puede bajar la guardia y menos con creativas como María.

Atentos de nuevo, la cena siguió con un exquisito Bacalao bañado en una infusión de Tomate y, por último, nos sirvieron un tierno y sabroso solomillo de Picanha de Wagyu.

Sin descanso y en plena prórroga, todavía faltaba la competición de los postres. Jugaban Flor de Hibiscus con Pisco Sour contra Rocas de Chocolate. Cada cucharada y mordisco era un gol en plena escuadra y el match quedó en empate técnico; espectacular de principio a final.

Son dos estrellas Michelín como el ABaC de Barcelona. Ahora, si tuviera que echarlo a marte o cruz, me quedo con Marte.

Restaurante El Club Allard, Ferraz, 2, Bajo derecha (Madrid). +34 915 59 09 39

Foto: La Vanguardia